Relevancia de la educación y la diversidad en
el Estado de Colima
El presente ensayo está focalizado en
la relevancia de la educación y la diversidad que se aprecia en el Estado de
Colima, para ello ha sido necesario una revisión de las prácticas pedagógicas,
la política educativa que ha imperado en las últimas décadas, las acciones
favorables y poco funcionales que se han venido practicando en la comunidad
escolar. En esta mirada, hemos podido identificar logros y limitaciones en la educación que se
oferta en el Estado de Colima, así como la difusión a atender a la diversidad
cultural y social que caracteriza a nuestro Estado. Hoy por hoy, es de
vital importancia situarnos en el día a día en las exigencias de la vida
moderna y; responder desde la propia formación de la población infantil, la
capacitación docente y los procesos que se viven en las comunidades escolares; es
por ello; que la educación tiene un lugar muy especial en el desarrollo de la
Vida de Colima. Sin más preámbulos
reflexionemos en estos dos grandes tópicos: Educación y Diversidad.
En diversos convenios internacionales
y nacionales se ha puesto de manifiesto que muchos niños, niñas y jóvenes en el
mundo están excluidos de la educación; independientemente de su condición:
discapacidad, migrantes, indígenas, en situación de riesgo por su contexto, etcétera;
los cuales enfrentan mayores barreras para acceder a una educación de calidad.
Se ha concluido en dichos convenios y/o informes que existe una serie de
variables que giran en torno a esta situación; entre ellas podemos identificar
aquellas relacionadas con la diversidad
de prácticas docentes, la falta de recursos didácticos, materiales y
tecnológicos, la infraestructura en las escuelas, la política educativa alejada
a identificar y abatir la discriminación, el desvío económico del presupuesto federal,
la imprecisión de la puesta en práctica de los programas educativos, ente otras
situaciones.
Podemos identificar que la necesidad
de diversificar la educación ha sido ampliamente reconocida en nuestro Estado,
sin embargo todavía queda un largo camino por recorrer para que sea una
realidad y todos los niños, niñas y jóvenes gocen el privilegio de una
educación con calidad, pertinente y viable para la condición en la que viven y
se desenvuelven. Bajo esta premisa, la educación básica tienen el gran reto de
satisfacer las necesidades básicas de aprendizaje y desarrollar habilidades
cognitivas, sociales, creativas, artísticas y motoras en todos sus alumnos,
independientemente de sus capacidades, habilidades, destrezas y/o dificultades
que manifiesten, o bien; por la condición social, cultural y/o familiar en la
que se encuentren. La Secretaria de Educación del Estado de Colima (SE Colima),
se ha caracterizado por tener una participación activa en una diversidad de
programas federales propuestos por la Secretaría de Educación Pública (SEP), se
han implementado acciones enfocadas a satisfacer las necesidades de cada uno de
los alumnos y alumnas que se encuentran en el aula, cumpliendo en la medida de
las posibilidades con la normativa curricular.
Es recurrente que
cuando escuchamos hablar de la igualdad de derechos para la población infantil
y juvenil, nos remitimos quizá a su derecho de tener papás, a ser queridos, a
cuidar de su salud y a recibir educación; entre otros. Pero en repetidas
ocasiones podemos percatarnos que no pensamos en las niñas, niños y jóvenes que
por alguna circunstancia física, intelectual, sociocultural y/o familiar,
presentan necesidades educativas y que muy poco hacemos como colectivo docente
eliminar las barreras para el aprendizaje y lograr de esta manera el desarrollo
de las competencias para la vida, en si el logro de los aprendizajes esperados.
Sin embargo, con la filosofía de Atender a la Diversidad identificada
desde un enfoque de la Inclusión Educativa, desde hace unas décadas se abre un
abanico de posibilidades para que esta parte de la población se integre a la escuela
regular con las adaptaciones
curriculares, arquitectónicas, profesionales y/o técnicas para el logro
del aprendizaje significativo. Se requiere atender a los educandos de manera
adecuada a sus propias condiciones (culturales, cognitivas, sociales,
familiares, etcétera) con equidad social; propiciando su integración en las escuelas
mediante cambios en la práctica docente, ajustes de organización y
administración en las escuelas, practicando el trabajo colaborativo en todas
las acciones para procurar la satisfacción
de necesidades básicas de aprendizaje para la autónoma convivencia social y
productiva.
Sin embargo, aún con las modificaciones a la Reforma
del Art. 3º Constitucional, la Promulgación de la Ley General de Educación, así
como la firma a diversos acuerdos (entre ellos el Acuerdo Nacional
para la Modernización de la Educación Básica),
no son totalmente aceptados e integrados los y las alumnas (independientemente de su condición:
discapacidad, migrantes, indígenas, en situación de riesgo por su contexto, etcétera); pues pareciera que estamos viviendo un momento
inicial en este proceso; cuando ya se tiene algunas décadas recorridas
trabajando en atender a la “Diversidad”
Como ya se mencionó atender a la diversidad
ha sido una de las prioridades de la SE Colima, como prueba de ello, se ha
impulsado una infinidad de programas educativos para todo tipo de población (Escuelas
de calidad, Programa de lectura, para niños migrantes, con discapacidad,
indígenas, con aptitudes sobresalientes, entre otros). En la implementación de
esta diversidad de propuestas y programas se ha buscado responder a las
necesidades y características de los alumnos bajo el principio de equidad
educativa “no ofrecer lo mismo a todos los alumnos sino ofrecerles lo que
necesitan, de una manera diferenciada y en equilibrio para que cada uno de
ellos alcance los niveles educativos que correspondan a sus potenciales de
aprendizaje” (SEP, 2006, p. 22). Sin embargo, bajo esta precisión la SE Colima no
ha logrado en mayor medida el cambio en los índices de calidad, pertinencia y
equidad educativa; pues muy poco las estrategias implementadas han respondido a
las necesidades educativas, capacidades, intereses y motivación de los alumnos
de educación básica. Valdría la pena reflexionar ¿La estrategia metodológica
para la implementación de los programas o propuestas es la adecuada? ¿Los
docentes se apropian de los diversos recursos tecnológicos, metodológicos y
académicos que impulsan dichos programas? O bien ¿Es una cuestión actitudinal
del docente y directivos para hacer efectivos los saberes en los alumnos? ¿Qué
realmente pasa en los colectivos para diversificar la educación? Entonces ¿Qué
estamos dejando de hacer como directivos y docentes?... Es aquí donde nos
encontramos para reflexionar.
La respuesta educativa para los niños, niñas y jóvenes se construye a
partir de ayudas con carácter extraordinario; por sus condiciones personales,
familiares, sociales y culturales requieren de la diversificación de modalidades
de intervención educativa, de la aplicación de estrategias cognitivas y
metacognitivas y de adecuaciones curriculares significativas que los lleve a
saberes y habilidades adaptativas. Atender a la diversidad de la población en
mención –en algunos casos- sigue siendo una utopía en la escuela regular,
porque incrementa la complejidad de la elaboración de una propuesta global de
atención a la diversidad, de propuestas y/o programas educativos pertinentes
centrados en estrategias factibles y acordes a contextos vulnerables; ya que la
tipología de alumnas y alumnos que requieren respuesta a las necesidades
educativas es amplia y compleja por la condición sociocultural, familiar y
personal en la que viven; pero principalmente radica en la actitud y disponibilidad
del docente para emprender una serie de estrategias de enseñanza que permita
que la población infantil se involucre en todas las acciones en el contexto
áulico y escolar.
Es importante reflexionar que todos los programas y propuestas para
impulsar la diversidad educativa están vigentes, incluso así lo marca el Plan
de Estudios 2011, Educación Básica en uno de sus principios pedagógicos; pero
nos continuamos cuestionamos ¿Por qué algunos docentes no han sido partidarios
de favorecer e impulsar la diversidad educativa de la población que atienden? Reflexionábamos
que a veces se caracteriza por ser selectivos, carentes de información, deficientes
en la capacitación y/o actualización; o bien, porque están lejanos de una
vocación y conciencia por el aprendizaje. Muchas veces deseamos tener un grupo homogéneo
en el que todos los niños y niñas, a los que llamamos “normales” presenten las
mismas características entre ellos, para trabajar de esta forma siguiendo la
misma línea de enseñanza con una práctica educativa, centrada en los saberes
propios correspondientes al grado escolar correspondiente y no en los
conocimientos previos de la comunidad estudiantil, sobre los contenidos de
aprendizaje, dando como resultado una escuela no comprensiva alejada de la
inclusión de la diversidad escolar.
Finalmente concluimos que para lograr la atención a la diversidad educativa
se requiere de un cambio de paradigma y
movilización de saberes que inicien desde los servidores públicos -responsables
de la educación- que se involucren y conozcan las verdaderas necesidades de los
colectivos, pero principalmente consientes de las competencias que deben
acceder todos los alumnos y alumnas sin diferenciar su condición física,
cognitiva, social, cultural y familiar. Todos los niños, niñas y jóvenes tienen
derecho a recibir educación, qué decir entonces de quienes requieren de una
atención más directa por las necesidades educativas que presentan y que se encuentran inscritos en escuelas regulares.
Lograr su acceso, permanencia y egreso es responsabilidad de todos los que
estamos involucrados en su educación.
Referencias bibliográficas:
Bedmar, M. M. (2002). La educación social contra la exclusión: la
interculturalidad. Red de Revistas Científicas de América Latina, el
Caribe, España y Portugal. México.
DOF (2011). Ley General de Educación. México, D.F.
SEP (2006). Propuesta de intervención educativa para los
alumnos con aptitudes sobresalientes. México, D.F.
SEP (2011). Plan de Estudios 2011. Educación Básica.
México, D.F.
SEP (2001). Programa de estudio 2011. Educación Básica.
Asignatura Estatal, Historia de Colima. México, D.F.
Rodríguez, L. X. (2003). Educación, Diversidad, Cultura Democrática.
Estudios sobre las culturas Democráticas. UDC, México.
Relevancia de la educación y la diversidad en
el Estado de Colima
El presente ensayo está focalizado en
la relevancia de la educación y la diversidad que se aprecia en el Estado de
Colima, para ello ha sido necesario una revisión de las prácticas pedagógicas,
la política educativa que ha imperado en las últimas décadas, las acciones
favorables y poco funcionales que se han venido practicando en la comunidad
escolar. En esta mirada, hemos podido identificar logros y limitaciones en la educación que se
oferta en el Estado de Colima, así como la difusión a atender a la diversidad
cultural y social que caracteriza a nuestro Estado. Hoy por hoy, es de
vital importancia situarnos en el día a día en las exigencias de la vida
moderna y; responder desde la propia formación de la población infantil, la
capacitación docente y los procesos que se viven en las comunidades escolares; es
por ello; que la educación tiene un lugar muy especial en el desarrollo de la
Vida de Colima. Sin más preámbulos
reflexionemos en estos dos grandes tópicos: Educación y Diversidad.
En diversos convenios internacionales
y nacionales se ha puesto de manifiesto que muchos niños, niñas y jóvenes en el
mundo están excluidos de la educación; independientemente de su condición:
discapacidad, migrantes, indígenas, en situación de riesgo por su contexto, etcétera;
los cuales enfrentan mayores barreras para acceder a una educación de calidad.
Se ha concluido en dichos convenios y/o informes que existe una serie de
variables que giran en torno a esta situación; entre ellas podemos identificar
aquellas relacionadas con la diversidad
de prácticas docentes, la falta de recursos didácticos, materiales y
tecnológicos, la infraestructura en las escuelas, la política educativa alejada
a identificar y abatir la discriminación, el desvío económico del presupuesto federal,
la imprecisión de la puesta en práctica de los programas educativos, ente otras
situaciones.
Podemos identificar que la necesidad
de diversificar la educación ha sido ampliamente reconocida en nuestro Estado,
sin embargo todavía queda un largo camino por recorrer para que sea una
realidad y todos los niños, niñas y jóvenes gocen el privilegio de una
educación con calidad, pertinente y viable para la condición en la que viven y
se desenvuelven. Bajo esta premisa, la educación básica tienen el gran reto de
satisfacer las necesidades básicas de aprendizaje y desarrollar habilidades
cognitivas, sociales, creativas, artísticas y motoras en todos sus alumnos,
independientemente de sus capacidades, habilidades, destrezas y/o dificultades
que manifiesten, o bien; por la condición social, cultural y/o familiar en la
que se encuentren. La Secretaria de Educación del Estado de Colima (SE Colima),
se ha caracterizado por tener una participación activa en una diversidad de
programas federales propuestos por la Secretaría de Educación Pública (SEP), se
han implementado acciones enfocadas a satisfacer las necesidades de cada uno de
los alumnos y alumnas que se encuentran en el aula, cumpliendo en la medida de
las posibilidades con la normativa curricular.
Es recurrente que
cuando escuchamos hablar de la igualdad de derechos para la población infantil
y juvenil, nos remitimos quizá a su derecho de tener papás, a ser queridos, a
cuidar de su salud y a recibir educación; entre otros. Pero en repetidas
ocasiones podemos percatarnos que no pensamos en las niñas, niños y jóvenes que
por alguna circunstancia física, intelectual, sociocultural y/o familiar,
presentan necesidades educativas y que muy poco hacemos como colectivo docente
eliminar las barreras para el aprendizaje y lograr de esta manera el desarrollo
de las competencias para la vida, en si el logro de los aprendizajes esperados.
Sin embargo, con la filosofía de Atender a la Diversidad identificada
desde un enfoque de la Inclusión Educativa, desde hace unas décadas se abre un
abanico de posibilidades para que esta parte de la población se integre a la escuela
regular con las adaptaciones
curriculares, arquitectónicas, profesionales y/o técnicas para el logro
del aprendizaje significativo. Se requiere atender a los educandos de manera
adecuada a sus propias condiciones (culturales, cognitivas, sociales,
familiares, etcétera) con equidad social; propiciando su integración en las escuelas
mediante cambios en la práctica docente, ajustes de organización y
administración en las escuelas, practicando el trabajo colaborativo en todas
las acciones para procurar la satisfacción
de necesidades básicas de aprendizaje para la autónoma convivencia social y
productiva.
Sin embargo, aún con las modificaciones a la Reforma
del Art. 3º Constitucional, la Promulgación de la Ley General de Educación, así
como la firma a diversos acuerdos (entre ellos el Acuerdo Nacional
para la Modernización de la Educación Básica),
no son totalmente aceptados e integrados los y las alumnas (independientemente de su condición:
discapacidad, migrantes, indígenas, en situación de riesgo por su contexto, etcétera); pues pareciera que estamos viviendo un momento
inicial en este proceso; cuando ya se tiene algunas décadas recorridas
trabajando en atender a la “Diversidad”
Como ya se mencionó atender a la diversidad
ha sido una de las prioridades de la SE Colima, como prueba de ello, se ha
impulsado una infinidad de programas educativos para todo tipo de población (Escuelas
de calidad, Programa de lectura, para niños migrantes, con discapacidad,
indígenas, con aptitudes sobresalientes, entre otros). En la implementación de
esta diversidad de propuestas y programas se ha buscado responder a las
necesidades y características de los alumnos bajo el principio de equidad
educativa “no ofrecer lo mismo a todos los alumnos sino ofrecerles lo que
necesitan, de una manera diferenciada y en equilibrio para que cada uno de
ellos alcance los niveles educativos que correspondan a sus potenciales de
aprendizaje” (SEP, 2006, p. 22). Sin embargo, bajo esta precisión la SE Colima no
ha logrado en mayor medida el cambio en los índices de calidad, pertinencia y
equidad educativa; pues muy poco las estrategias implementadas han respondido a
las necesidades educativas, capacidades, intereses y motivación de los alumnos
de educación básica. Valdría la pena reflexionar ¿La estrategia metodológica
para la implementación de los programas o propuestas es la adecuada? ¿Los
docentes se apropian de los diversos recursos tecnológicos, metodológicos y
académicos que impulsan dichos programas? O bien ¿Es una cuestión actitudinal
del docente y directivos para hacer efectivos los saberes en los alumnos? ¿Qué
realmente pasa en los colectivos para diversificar la educación? Entonces ¿Qué
estamos dejando de hacer como directivos y docentes?... Es aquí donde nos
encontramos para reflexionar.
La respuesta educativa para los niños, niñas y jóvenes se construye a
partir de ayudas con carácter extraordinario; por sus condiciones personales,
familiares, sociales y culturales requieren de la diversificación de modalidades
de intervención educativa, de la aplicación de estrategias cognitivas y
metacognitivas y de adecuaciones curriculares significativas que los lleve a
saberes y habilidades adaptativas. Atender a la diversidad de la población en
mención –en algunos casos- sigue siendo una utopía en la escuela regular,
porque incrementa la complejidad de la elaboración de una propuesta global de
atención a la diversidad, de propuestas y/o programas educativos pertinentes
centrados en estrategias factibles y acordes a contextos vulnerables; ya que la
tipología de alumnas y alumnos que requieren respuesta a las necesidades
educativas es amplia y compleja por la condición sociocultural, familiar y
personal en la que viven; pero principalmente radica en la actitud y disponibilidad
del docente para emprender una serie de estrategias de enseñanza que permita
que la población infantil se involucre en todas las acciones en el contexto
áulico y escolar.
Es importante reflexionar que todos los programas y propuestas para
impulsar la diversidad educativa están vigentes, incluso así lo marca el Plan
de Estudios 2011, Educación Básica en uno de sus principios pedagógicos; pero
nos continuamos cuestionamos ¿Por qué algunos docentes no han sido partidarios
de favorecer e impulsar la diversidad educativa de la población que atienden? Reflexionábamos
que a veces se caracteriza por ser selectivos, carentes de información, deficientes
en la capacitación y/o actualización; o bien, porque están lejanos de una
vocación y conciencia por el aprendizaje. Muchas veces deseamos tener un grupo homogéneo
en el que todos los niños y niñas, a los que llamamos “normales” presenten las
mismas características entre ellos, para trabajar de esta forma siguiendo la
misma línea de enseñanza con una práctica educativa, centrada en los saberes
propios correspondientes al grado escolar correspondiente y no en los
conocimientos previos de la comunidad estudiantil, sobre los contenidos de
aprendizaje, dando como resultado una escuela no comprensiva alejada de la
inclusión de la diversidad escolar.
Finalmente concluimos que para lograr la atención a la diversidad educativa
se requiere de un cambio de paradigma y
movilización de saberes que inicien desde los servidores públicos -responsables
de la educación- que se involucren y conozcan las verdaderas necesidades de los
colectivos, pero principalmente consientes de las competencias que deben
acceder todos los alumnos y alumnas sin diferenciar su condición física,
cognitiva, social, cultural y familiar. Todos los niños, niñas y jóvenes tienen
derecho a recibir educación, qué decir entonces de quienes requieren de una
atención más directa por las necesidades educativas que presentan y que se encuentran inscritos en escuelas regulares.
Lograr su acceso, permanencia y egreso es responsabilidad de todos los que
estamos involucrados en su educación.
Referencias bibliográficas:
Bedmar, M. M. (2002). La educación social contra la exclusión: la
interculturalidad. Red de Revistas Científicas de América Latina, el
Caribe, España y Portugal. México.
DOF (2011). Ley General de Educación. México, D.F.
SEP (2006). Propuesta de intervención educativa para los
alumnos con aptitudes sobresalientes. México, D.F.
SEP (2011). Plan de Estudios 2011. Educación Básica.
México, D.F.
SEP (2001). Programa de estudio 2011. Educación Básica.
Asignatura Estatal, Historia de Colima. México, D.F.
Rodríguez, L. X. (2003). Educación, Diversidad, Cultura Democrática.
Estudios sobre las culturas Democráticas. UDC, México.
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